Hola, queridos hermanos.

«El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse». Esta cita de Winston Churchill se me vino a la mente en cuanto me senté a reflexionar en la búsqueda de las palabras más acertadas para transmitir a todos aquellos que forman parte de la Agrupación Parroquial lo que para mí representa ser hermano de ella. Y ahora, todos los que leáis esto podréis pensar que «ya está este hombre poniéndose bien puesto con las frasecitas épicas», pero os lo argumento.

Desde nuestros comienzos, sacando las distintas imágenes de la Parroquia en Procesión con la cuadrilla infantil allá por 2009, hemos ido equivocándonos continuamente y cometiendo errores. De hecho, el error más grande que cometimos fue andar «jugando a los pasitos» durante 2 años, hasta que en 2011 tomamos la decisión de que queríamos fundar una Hermandad nueva y dar un paso al frente.

Pero lo que sí es cierto es que todo lo que haces en la vida, todos los errores, todos los fallos que vas cometiendo, van tejiendo tu historia y van convirtiéndote en lo que Dios realmente tiene preparado para ti, porque los Caminos del Señor son inescrutables. Y por ello, tenemos que pensar que todo, absolutamente todo lo que hemos hecho por la Agrupación Parroquial hasta ahora, la han convertido en lo que hoy día es.

Dentro de la Agrupación Parroquial hay muchos hermanos, y aunque cada uno venga de una familia, y cada uno tenga una personalidad, unos gustos y unas cualidades diferentes, nos une una cosa, que no es otra que Dios y su Santa Madre, representada en Nuestro Padre Jesús de la Misericordia en su Prendimiento y María Santísima de la Esperanza, y por supuesto nuestros titulares San Juan Evangelista y Santa Ángela de la Cruz.

La Agrupación Parroquial comenzó de la nada, sin imágenes titulares, sin fondos, sin hermanos, sin nada, y el trabajo y esfuerzo de aquellos primeros «locos» y de todos los que después se subieron a este tren, han hecho posible que hoy en día seamos lo que somos. Por ello, siempre digo que las características más importantes que deben de definirnos son el amor hacia nuestros hermanos y nuestra capacidad de lucha y de superación ante las adversidades, como ya mencioné al principio de este saluda con la cita de Winston Churchill.

No te conformes solo con ser hermano por pagar la cuota todos los años. Involúcrate, pregunta cómo puedes ayudar, arrima el hombro y aporta tu granito de arena, y te aseguro que cuando veas la cofradía en la calle te reconfortará poder decir «esta es mi Agrupación y yo he contribuido a que sea como es». Un barco con 10 remando llega más lejos y más rapido que otro con 3. Por lo tanto, seamos un equipo de remo y no habrá quien nos pare.

D. Francisco Gil Solano.