La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia en su Prendimiento, es una hechura cristífera para vestir, con brazos articulados de bola. Mide 190 cm de altura y ha sido labrada en madera de cedro real tallada, estucada y policromada al óleo.

El rostro de Nuestro Señor nos muestra la Misericordia que derramó por nosotros, mientras era capturado por los Judíos, después de ser traicionado por Judas Iscariote. El semblante nos deja entrever un sentimiento de pena, pero no por lo que le están haciendo a Él, si no por los que le están maltratando, por que ya lo dijo en el momento de su Crucifixión: “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Pero al mismo tiempo, también podemos apreciar en su rostro un gesto de convencimiento, que nos dice que sabe que ha llegado su momento, sabe lo que le espera y lo acepta, por salvar a la Humanidad. Su piel es morena y su pelo oscuro y largo, luce barba, que al igual que el pelo, es tallado. En la frente tiene gotas de sangre, exudadas en el momento de su última Oración, y sus manos están atadas delante o detrás, depende del momento en el que lo veamos, y también sangra por las muñecas, debido a la fuerza con la que lo amarraron. Lleva una gran zancada con el pie derecho, que hace que tenga un movimiento especial, y sus pies son grandes.

Representa el momento en que la Guardia Judía del Sanedrín apresa a Jesús, mientras este oraba al Padre en el Huerto de Getsemaní. Avanza a grandes zancadas, con la cabeza baja y el semblante callado y resignado.

Su autor es el imaginero Hispalense Juan Manuel Montaño, que trabajó en Nuestro Señor desde septiembre de 2013 hasta abril de 2014. Su bendición fue llevada a cabo el 26 de abril de ese mismo año en la Parroquia Santa María de las Virtudes.